Vuela Alto! Sinead O’connor
Este miércoles ha fallecido la cantante irlandesa Sinéad O’Connor a los 56 años.
La noticia la ha comunicado su familia, que ha solicitado privacidad en un momento tan difícil.
Nacida en Dublín en 1966, O’Connor debutó en solitario en 1987 con el disco »The lion and the cobra».
Tres años después, su canción «Nothing compares 2 u», escrita por Prince, le valió tres nominaciones al Grammy y fue número uno en los Billboard Music Awards.
El tema formó parte de su segundo elepé, »I do not want what I haven’t got».
A lo largo de tres décadas, la cantante irlandesa publicó diez discos y se convirtió en una de las voces más importantes de Irlanda, popular en todo el mundo.
Su último disco, titulado »I’m not bossy, I’m the boss», vio la luz en 2014.
Desde 2003 O’Connor padecía trastorno bipolar y había protagonizado varios intentos de suicidio, una situación que había generado preocupación en su entorno en los últimos años, especialmente duros tras perder a su hijo Shane en 2022.
- El día que Sinead O’Connor rompió la foto de Juan Pablo II en televisión
Parecía una aparición televisiva más de una artista famosa en plan promocional.
En octubre de 1992, con su tercer disco, Am I Not Your Girl?, bajo el brazo, la cantante irlandesa Sinéad O’Connor se dispuso a participar del clásico e influyente programa norteamericano Saturday Night Live, una oportunidad muy codiciada por cualquier equipo de marketing discográfico, por décadas. Pero en este caso, el resultado sería absolutamente inesperado.
A su turno, O’Connor –cabeza rapada, vestido blanco– se dispuso entonces a interpretar una versión a capella de “War”, la sobria y combativa canción de Bob Marley and The Wailers, incluida en el no menos desafiante disco Rastaman Vibration. El set era austero: apenas unas velas y un pie de micrófono, sobre el que reposaba una cinta verde, amarilla y roja, los colores de la bandera de Etiopía, reconocible emblema del culto rastafari. La intérprete de “Nothing Compares to You”, sin embargo, comenzó a cantar una variación del original, con nuevos versos que parecían denunciar los abusos sexuales en la iglesia.
Aproximadamente a los tres minutos de performance -ya de por sí profundamente disruptiva en el contexto de un show cómico-, O’Connor tuvo un gesto que, transmitido en directo para millones de espectadores, marcaría su carrera y, de algún modo, la historia de la televisión norteamericana: mostró a cámara una foto del entonces papa Juan Pablo II y procedió a partirla en varios pedazos al tiempo que cantaba “Sabemos que ganaremos. Confiamos en la victoria del bien sobre el mal”.
La artista explicaría aquella acción mucho más tarde, en sus memorias, de estos términos: “Mi intención fue siempre romper la foto del Papa que tenía mi mamá. Representaba las mentiras, los mentirosos y el abuso”. Contó en esas páginas que había estado en la casa de su madre, luego de su muerte, y que había “agarrado la única foto que ella había colgado en su dormitorio: la del papa Juan Pablo II”.
“No sabía dónde, cuándo o cómo lo haría, pero la rompería cuando llegara el momento justo. Y con eso en mente, la llevé cuidadosamente conmigo a todas partes desde entonces. Porque a nadie nunca le importaron una mierda los niños de Irlanda”, escribió.
«La falsa idea de que mi carrera se descarriló al romper la foto del Papa. Mi carrera se descarriló porque tenía un tema número uno que me convirtió en una estrella del pop, lo cual no era. Yo era un cantante de protesta»